Por Rodolfo Pablo Cortés Díaz,Gerente Regional Programa Territorial Integrado de Turismo
Corfo-Codesser

Innovar para ser más competitivos puede sonarnos costoso y a veces difícil de implementar en nuestros negocios. Sin embargo, son muchas las alternativas que tenemos para diferenciar nuestros productos y servicios, sin “morir en el intento”. En tiempos donde el entorno cambia cada vez más rápido, debemos estar atentos y ver con anticipación las tendencias de mercado y las nuevas preferencias de los clientes.

Una alternativa que nos permite innovar es dar identidad territorial a nuestros productos y servicios. Eso hemos visto en los sectores gastronómicos y de turismo, donde los proveedores se están dando cuenta que, más que un plato o un alojamiento, los clientes buscan consumir una experiencia, que se identifica únicamente con el territorio que están visitando.

Tomates rosados de Peumo, melones de Quinta de Tilcoco, sal de Cahuil, cordero del secano, vinos y rutas en Colchagua, son sólo una pequeña muestra de productos y servicios que otorgan una identidad territorial, la que debe ser aprovechada para ofrecer productos únicos de estas zonas.

El desafío es grande. Cuesta encontrar en la Región de O’Higgins restaurantes que ofrezcan en sus cartas productos con identidad, así como también son escasos los alojamientos que combinen su estilo con la identidad del territorio.

Afortunadamente, están iniciándose interesantes iniciativas que buscan vincular la oferta territorial con el turismo y la gastronomía local. Una de ellas es el Programa Territorial Integrado (PTI) de Turismo, que promueve Corfo, y que al poco andar ya está generando un acercamiento entre la oferta territorial y lo que realmente buscan visitantes nacionales y extranjeros: productos que no podrían consumir en otro lugar. Esta experiencia sin duda les dará algo que contar al volver a casa y promoverá su retorno al lugar, y por tanto, un desarrollo más sustentable de la economía regional.